El prefecto de la Casa Pontificia y ex secretario personal del ahora papa emérito Benedicto XVI, Georg Ganswëin, dio a conocer que Joseph Ratzinger se encuentra semiciego, y ve muy mal con el ojo izquierdo, desde 1994 en que fue víctima de una embolia y después una maculopatía.
“El papa semiciego, ¿quién lo ha sabido?”, señala Ganswëin en un artículo que publica hoy el diario italiano Corriere della Sera.
El que fuera secretario personal del papa alemán hace estas declaraciones a propósito del último libro-entrevista sobre Benedicto XVI publicado hace poco.
Ganswëin explica que la disminución de la agudeza visual del papa emérito surgió en 1991 cuando fue víctima de una hemorragia cerebral, a pesar de que nunca fue “ni fumador ni bebedor”.
Posteriormente, en 1994 sufrió una embolia a la que le siguió una maculopatía que le causó una pérdida significativa de la visión en el ojo izquierdo.
Ganswëin recuerda anécdotas de Benedicto XVI como que no renunciaba a sus 7 u 8 horas de sueño o a la siesta, y rememora los paseos placenteros que efectuaba Ratzinger mientras que ahora “da día tras día cada vez pasos más breves”.
Finalmente, recuerda la renuncia de Benedicto XVI, en febrero de 2013, para asegurar que fue una decisión que no se debió a ninguna presión sino a la incapacidad física de Ratzinger de “cruzar el Atlántico” para asistir a la Jornada Mundial de la Juventud en Brasil en 2013.
Debería haber tenido lugar en 2014, pero fue anticipada a 2013 a causa del mundial de futbol. Si no hubiera sido así, (Benedicto XVI) habría buscado la manera de permanecer hasta 2014″, admite.